¿Qué es una contractura capsular?

La contractura capsular o encapsulamiento del implante es una de las principales complicaciones en las mujeres que se han sometido a una cirugía mamaría de aumento. Consiste en el endurecimiento o engrosamiento de la membrana fibrosa o cápsula que se forma alrededor del implante de forma natural. En ocasiones puede producirse un desarrollo excesivo de la cápsula alrededor del implante, provocando una presión excesiva sobre los tejidos y endurecimiento en la mama. A esto se le conoce como contractura capsular.

Es importante saber diferenciar entre un encapsulamiento natural y el que se produce en exceso, el segundo constituye un problema.

Encapsulamiento natural vs Contractura capsular

La cápsula protésica o encapsulado natural se produce cuando un cuerpo ajeno se introduce en el organismo, en este caso la prótesis. Es una reacción regular porque reconoce el implante como extraño, y aunque no le va a provocar ningún daño tampoco lo puede eliminar, por eso crea una fina cápsula que lo rodea. En líneas generales no suele provocar problemas ni molestias, pero hay ocasiones en las se produce un engrosamiento exagero de esa cápsula dando lugar a la famosa contractura capsular. Por tanto, se puede decir que esta contractura es una alteración de la cápsula habitual que forma nuestro organismo.

Tipos de encapsulamiento

Existen diferentes tipos y grados de encapsulamiento. Se utiliza la escala de Baker para determinar la clase y gravedad del que se ha producido. Esta escala está compuesta por diferentes niveles según las molestias que siente el paciente, la dureza del encapsulamiento y la malformación que ha producido en los senos.

  • Grado I. La mama parece natural y es blanda al tacto, no sienten molestias ni dolor. Hay una cápsula pero no se contrae.
  • Grado II. El seno tiene un aspecto normal pero al tacto no es blando, más bien se muestra algo endurecido, y las pacientes pueden llegar a sentir molestias. En estos casos hay una contractura moderada.
  • Grado III. La apariencia de la mama ya no es normal, manifiesta una malformación. Se ha endurecido y al tocarla se puede palpar la propia prótesis. La paciente suele sentir dolor. Se produce cuando el implante empieza a desplazarse de su posición, por lo general hacia arriba.
  • Grado IV. Los síntomas son muy similares a los del grado III pero el seno está completamente duro y deformado, con una apariencia anormal. Las pacientes suelen presentar dolor por el endurecimiento progresivo de la cápsula.

¿Cómo se produce?

La causa principal de que se forme este tipo de contractura es por la presencia de un Biofilm, un conjunto de bacterias. Existe la posibilidad de contaminación bacteriana de la superficie del implante por el exterior a través de la glándula mamaria. Cuando el organismo detecta estas bacterias se forma una cápsula de un tamaño mayor a modo de protección para aislarlo.
Hay contracturas capsulares que se ven tras la aparición de seromas (líquido periprotésico) o de hematomas importante tras la cirugía.

¿Cómo saber si tengo una contractura capsular?

Existe un periodo de riesgo de contractura y suele rondar los seis meses posteriores a la intervención, aunque lo más habitual es que aparezca durante los tres primeros. Si una vez pasado este periodo no ha sucedido nada, no existe riesgo en este sentido.
Los síntomas suelen reflejarse en un engrosamiento que produce la sensación de firmeza y dureza del seno. El paciente puede notar incomodidad, sensación de pesadez, dureza, opresión, notar el implante al tacto, tirantez, dificultad de movimientos o dolor frecuente y constante.

Cómo tratarla

Las contracturas capsulares se deben tratar dependiendo del grado en el que se encuentren en la escala de Baker. Las más graves necesitan tratamiento quirúrgico, mientras que las leves con tratamiento conservador es suficiente.

Si la contractura es de grado I o II, habrá que tratarla con tratamiento conservador, es decir medicamentos (como antibióticos, antiflamatorios), masajes locales, ultrasonido, etc.

En el caso de las contracturas de grado III o IV se debe emplear tratamiento quirúrgico. Hay varias cirugías para la contractura capsular.

  • Extirpación de la cápsula. Se extirpa la cápsula en su totalidad para colocar una nueva.
  • Capsulotomía o ruptura de la cápsula. Esta técnica es para liberar tensión de la misma de una forma más rápida y sencilla.
  • Colocación y cobertura de la prótesis con matriz dérmica acelular para disminuir la reacción inflamatoria
  • Cambio de prótesis y/o cambio del plano de colocación de la prótesis
  • Lipofilling. Se infiltra grasa autologa de la paciente para tratar la contractura

¿Se puede prevenir?

Actualmente la mejora en el diseño y calidad de los implantes, así como las técnicas de cirugía que se usan para estas intervenciones, hacen que los casos de contractura capsular se hayan reducido. Usar prótesis texturizadas o la ubicación submuscular de las mismas también son prácticas muy habituales para prevenirlas. Así como la contaminación del implante durante la intervención tanto como en el postoperatorio pueden ser aspectos clave en la prevención contra la contractura capsular.

¿Cree que puede tener una contractura capsular? ¿Sigue teniendo dudas? Contacta con nosotros y la Doctora Marta Payá le aclarará y realizará un estudio personalizado para tratar su caso de la forma más eficaz.